La guerra es parte del desarrollo de una sociedad. El miedo, la rivalidad y el peligro fortalecen los lazos comunitarios al tiempo que estimulan el progreso. Pero ¿por qué el conflicto es un elemento de cambio tan poderoso? ¿Cómo lo bueno puede proceder de lo malo? Para responder a estas preguntas nos trasladamos a la antigua civilización mesoamericana.