El apartamento de Spenser se incendia, pero se le permite mudarse a una antigua estación de bomberos como agradecimiento por salvar la vida de un bombero. Mientras tanto, Spenser y Hawk son contratados para proteger la vida de un testigo del gran jurado. Cuando empieza a parecer que alguien de dentro puede estar intentando matar al testigo, y que éste puede no ser quien dice ser, las cosas se complican.