El compañero de equipo de Pete, Marcus Allen, es adicto a las carreras de caballos. Su corredor de apuestas, uno de los barones del crimen de Green Goblin, le ofrece una de las deudas de juego: una sola inyección. Por desgracia, la poción del Dr. Curt Connors instala una 'armadura' de fuego, creando el 'Hombre Fundido', cuyo brillo es controlado por un dispositivo que recibe el Goblin. Spiderman debe contrarrestar, sin embargo, salvar al incendiario incontrolable.