Ana apuesta por su relación con Manu. Va a cogerse un año sabático para irse con él a Filipinas. Prepara la presentación de su novela, y las maletas. Aunque a Rafa, Rebeca y Adolfo les parece que no se le ha perdido nada a 11.000 kilómetros de Madrid y viviendo la vida de Manu, deciden apoyarla. Ana está segura de su decisión hasta que recibe una oferta de Campanella, un director argentino al que adora, para protagonizar una serie creada y dirigida por él. Ana no sabe qué hacer, no quiere renunciar a Manu, pero tampoco a la gran oportunidad de su vida. Habla con Manu. La entiende, pero es sincero con ella, sin verse durante un año, la relación no funcionará. Después de dudarlo mucho Ana va al aeropuerto a la vez que Manu, pero no sube en el avión a Filipinas. Su vuelo la lleva al rodaje de Campanella.